lunes, 24 de junio de 2019

El sueño termina así [OLD] [WIP]

El mundo era negro y de contorno blanco, el suelo, el cielo, los árboles, las flores y el pasto. No había mucha dificultad en diferenciar las cosas, aunque a veces se debía prestar atención.

 Cada vez que me detenía a ver el paisaje, sentía que veía una especie de dibujo estático, no un mundo en constante movimiento. Todo era tan simple como podría serlo, pero no por eso dejaba de ser lindo.
 Los charcos de agua no eran negros, sino de un color azul muy oscuro que casi lo parecía. Al chapotear en ellos, donde cayera agua, azul oscuro quedaba, pero solo por unos momentos. Me detuve después del tercer chapoteo, mis zapatos ya estaban muy mojados y se volvían pesados, aunque el agua no llegaba a mojar mis medias por alguna razón

 Al principio creí que solo era de noche y que mi visión me engañaba un poco, pero el sol se encontraba arriba entre las nubes, como un gran círculo blanco, por dentro tan negro como todo lo demás en el mundo.
 Un dolor de cabeza me obligó a sentarme, no era por su intensidad, sino por lo extraño que se sentía, como si una bolsa de agua caliente se hubiera roto dentro de mi cabeza, me daba miedo.

 Seguí explorando, no me cansaba caminar pero mis piernas cada tanto se sentían algo duras.
 Las montañas eran figuras negras de blanco contorno, pero su contorno se veía mucho más elaborado que el de los árboles y nubes, que a comparación parecían dibujos infantiles.
 Los trazos estaban bien definidos, aunque algunas partes eran algo flojas, las puntas de las montañas, por ejemplo, eran básicamente triángulos y contrastaba con el resto de ella.

 Me apoyé contra un árbol para seguir observando el paisaje, no tardé en notar que algunas nubes tapaban lo más alto de las montañas, una figura tan simple escondiendo algo mas elaborado.
“Contraste” resonó en mi cabeza, primero como una idea, luego como algo fuerte, constante, doloroso.

 De nuevo me agache, esta vez, el dolor en mi cabeza era como un pulso, no dolía demasiado pero daba la sensación de que el interior de mi cabeza estallaría.
 Por unos momentos no siento el suelo debajo mío, ni mis manos.

 Seguí mi camino, pasando alrededor las montañas me adentre en un extraño bosque.
 El contorno blanco de los árboles era más fuerte que el de todo en el mundo, parecía cabello blanco, como si el bosque fuera una enorme cabeza albina.
 Mire mis manos por reflejo, yo también era negra y de blanco contorno, mis dedos eran pequeños, pero cada dos parpadeos eran un poco más grandes, cada cuatro eran igual de grandes pero un poco más delgados, lo mismo pasaba con mi ropa, el pequeño vestido que traía pasaba a ser una camisa cada dos parpadeos, un vestido completamente blanco cada tres.
 Pensé en parpadear hasta que tuviera la combinación que más me gustara, pero mantener los ojos abiertos constantemente no sonaba como algo sano.

 El bosque se volvía más denso a medida que me adentraba en él, pero cada tanto había un pequeño lugar desolado de vegetación, casi artificial, o como si todo lo natural lo esquivara adrede.
 En uno de estos pedacitos de… Nada, me senté, sin pensarlo mucho, había calma en ese lugar, y uno podía ver los árboles a su alrededor, moverse con el viento de una manera mágica, cada hoja estaba bien definida, los detalles no se detenían en su forma realista, aún si sutil, uno podía ver pequeños huecos en algunas hojas, y pequeños insectos comiéndolas, estos insectos casi completamente blancos, con un pequeño núcleo negro, casi al contrario que los primeros árboles, nubes y el sol.

 El dolor de mi cabeza era insoportable, pero gradualmente había llegado a ese punto y casi no pude diferenciarlo de los otros dolores, se había vuelto la norma y no me había dado la cuenta.
 El sentimiento de tener algo húmedo dentro de la cabeza, el pulso constante y la sensación de que mi cabeza estallaría, todo se había formado parte de ese dolor.

 En el espacio vacío, justo debajo mío, se empezó a formar una pequeña montaña blanca de tierra, primero tímidamente, elevándose de a poco, pero en pocos segundos crecía rápidamente, elevándome por unos momentos en ella y luego lanzándome por uno de sus costados.
 La montaña de tierra crecía y crecía, tuve que trotar para escapar de ser enterrada bajo ella.

 El bosque se había vuelto tan denso que pasar entre árboles era un riesgo, de quedarse atrapado o de terminar en algún lugar completamente oscuro.
 Y la montaña seguía creciendo, y yo no avanzaba nada.

 Y el dolor en la cabeza.
 Y la tierra bajo mis pies
 Y el hormigueo en todo en mi cuerpo
 Y la tierra por mis tobillos
 Y la fatiga, la creciente fatiga
 Y la tierra a mis rodillas
 Y un algo en medio de mi cabeza, queriendo destruirlo todo
 Y la tierra por mi garganta.
 Y mi sueño
 Y mi arte
 Así mueren
 Entre un mundo blanco, entre una visión negra
 Una cama de hospital
 Un tumor maligno
 Ya no más larga y negra cabellera
 No más recuerdos estables
 Solo un mundo monocromático
 En una carpeta de plástico

 La tierra sobre mi cabeza, la vida habiendo pasado por mis ojos.
 Así termina el sueño.

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