martes, 9 de julio de 2019

Undeadtective [PROTOTIPO]

[Esto es un prototipo para un comic que quiero hacer en un proyecto en colaboración, esta mas sujeto a cambios que cualquier otra cosa en este blog, cualquier progreso con el proyecto en si tambien se publicara acá] -...es como volar basicamente, es decir, si es que así es como se siente volar.
-No me importa, pagame la cuenta.

La puerta del bar se abrió de golpe y una alta figura se aproximó a la barra, cada paso tan largo que en un instante se encontraba junto al barman y a un cliente que habían cesado su discusión inmediatamente.

-Quiero un Singulo.
-¿Un que?
-Singulo.

El cliente sonrió con cierta crueldad y miró fijamente a su adversario tras la barra, quien parecía había sido retado a una especie de duelo gastronómico.

-Seguramente me estás tomando el pelo, pero te voy a hacer algo que te matara las neuronas restantes que te queden.
-Y llámelo Singulo.

El barman desapareció por la puerta de la cocina. Quedaron el cliente, aún con su extraña sonrisa y el enorme hombre que había pedido el extraño trago.

-¿Como va? Me llamo André.
-Hola.
-Ahora que somos amigos, decime entre nos, ¿existe eso que le pediste o solo es una burla? No te culpo si es lo último, yo estaba en lo mismo justamente.
-Solo quiero un singulo.

André se limitó a asentir con la cabeza, su sonrisa se había borrado pero no su buen humor. Observó al gigante al lado suyo: casi dos metros de alto, una enorme gabardina gris que lo hacía ver como una enorme percha de pie, una larga nariz que escapaba de la sombra que tenía por rostro bajo un sombrero de terciopelo, también gris, también grande, bastante polvoriento.
El barman reapareció con una larga copa de cristal.

-Para vos, un “Singulo” doble, sin cargo.
-¿Por que carajo le estas regalando un trago? A mi no me perdonaste una sola cosa en años.
-Calla antes de que saqué el machete.
-Y encima en una copa, ¿se conocen o algo?
-Calla, y vos, bébé.

El hombre obedeció, ignorando que el contenido de la copa no se aproximaba a un “doble” en ningún lugar civilizado del mundo.
André y el barman observaron con atención.
Hubo un silencio tenso en todo el bar, después de todo, solo había tres personas en el.

-Es exactamente el mismo veneno que la otra vez.
-Lagarto degenerado.

Desde debajo de la barra el barman disparó un escopetazo y el sombrero de la figura oscura voló por los aires.

-Tentag, ¿Junior?

Los ojos amarillos, las escamas y el ahora enderezado y corpulento cuerpo lo pusieron en evidencia: Tentag, el hombre de la gabardina, era un mutante.
Un segundo escopetazo dislocó su hombro, desgarro su piel y su gabardina, pero no impidio que el tambien tomara un arma escondida.
Mientras tanto André observaba todo desde el piso, mientras su visión se oscureció y se preguntaba qué clase de escopeta podía hacer tanto daño con un par de perdigones perdidos.

-Tentegonos, el grande.

El barman perdió tres de sus dedos defendiéndose del extraño machete negro que el lagarto había blandido en un momento.

-Tentegonos, el hijo.

“No entiendo nada, ¿por que nunca entiendo nada?”
Y con esa idea rondando por su conciencia, André murió.

Sonidos de metal chocando con madera, golpes, gritos, disparos, continuaron un buen rato.
El lugar estaba vacío salvo por el cadáver y los dos adversarios destrozandose el uno al otro dentro de la cocina.

-Huesos duros y un rostro tieso, estoy casi seguro de que eres una abominación también
-¿Que te importa eso a vos? Puedo ver que tu padre te habra abandonado porque no heredaste su única cualidad.
-No paras de hablar, ¿no?
-Pero vos sos el que empezo, ¿estas bien? ¿tenes algún problema de memoria?
El lagarto soltó su machete y empezó a ahorcar al barman, quien tenía media mano cortada y apunto de caerse por su peso, muchos tajos en el rostro y cuerpo y la ropa desgarrada.
-Esto no es por amor si te lo preguntabas, esto es por honor.
-No pregunté.
La voz del barman era ronca con las garras del mutante en su garganta, su piel no tardó en palidecer, el también iba a morir.
-Pero hay algo que quiero saber, ¿a qué cualidad te referías?
-No hablar.

El machete corto desde la base del cuello del mutante hasta su esternón. La sangre y medula azul de Tentegonos baño al Barman, quien cayó al piso al momento que las garras sin vida de su asaltante cedieron finalmente.

-Espere como 5 minutos a que dijeras las palabras, a veces creo que en realidad buscas morir.
-Soy viejo, los viejos no buscamos vivir demasiado, sino el dramatismo en cada oportunidad.
-¿Que?

André no habia soltado el machete, pero el cadáver en el cual estaba clavado empezó a deslizarse y cayó lentamente sobre el barman, obligándolo a recostarse bajo su peso.
-No puedo, dame una mano.
-Perdoname la cuenta.
-No.

André se lavó las manos en el lavadero de la cocina y con uno de los cuchillos que se estaban remojando comenzó a urgar en su cabeza.

-Tres perdigones, sos un hijo de puta
-No era el plan, ahora ayudame
-Si calculabas mal caía en coma.
-Necesitaba que se confiara, ayudame
-Pero si ni siquiera me debe haber visto morir.
-¿Y si en realidad lo hizo? Es un asesino, por suerte, ayudame.
-Era el hijo del lagarto, y lagarto era una mierda en combate cuerpo a cuerpo.
-...Bien, como digas, ahora ayudame.
-Perdoname la cuenta.
-No.

André abandonó el bar con el machete en mano.
Mientras esperaba el colectivo, lo examinó.
Era pesado, pero no muy grande, y el filo que tenia se habia perdido por completo.
Cuando llegó el transporte, llegó a notar una extraña marca en el arma “Singulo”. Tomo nota y tiró el objeto a la basura.

-Dame el mínimo
-¿A dónde vas?
-No se como se llama la calle.

El conductor vio la sangre sobre su ropa.

-Mínimo entonces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Burundanga

 El vagón estaba helado, siempre había un pelotudo que no cerraba la ventana, y no era un tema de que le gustara el viento, o el frío, o de ...